Recomendaciones para las Adaptaciones de Educación Física en Niños con Autismo

12.05.2024

El trastorno o la condición del espectro autista (TEA/CEA) , se detecta por lo general en la primera infancia, y esta condición permanecerá a lo largo de toda la vida afectando conductas como la comunicación social, la aparición de patrones repetitivos y restrictivos que se asocian a un nivel de afectación que puede evolucionar de manera crónica, ya sea, en la adaptación funcional y el funcionamiento hacia el área del lenguaje y el desarrollo intelectual, según sea el momento evolutivo. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V), modificó el campo del autismo, unificando el síndrome de Asperger y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado en una sola nomenclatura, determinando como criterios para el diagnóstico de TEA/CEA presentar déficits persistentes en las áreas de la comunicación social y los comportamientos restringidos y repetitivos, por lo que se incorporan tres grados de severidad para las condiciones, que son:

  • Grado 3: Necesita ayuda muy notable.
  • Grado 2: Necesita ayuda notable.
  • Grado 1: Necesita ayuda.

Ahora bien, sabemos que la educación física no sólo promueve beneficios significativos en el desarrollo cognitivo, social y emocional, sino que también, puede ir adaptándose para satisfacer las necesidades únicas de los niños con TEA/CEA. Así como aborda desafíos y toma oportunidades, que a través de su educación, puedan ofrecer a esta población, también es importante comprender que la educación física es capaz de mejorar y potenciar ciertas componentes propios del niño que van desde condiciones físicas hasta los aspectos de interacciones sociales, como por ejemplo:

  • Desarrollo Motor, debido a que al experimentar retrasos en su desarrollo motor, se puede ver afectada su capacidad para participar en actividades físicas, sin embargo, la educación física estructurada y adaptada puede ayudar a mejorar estas habilidades motoras, promoviendo un desarrollo saludable y esto lo corrobora Smith, 2019 en donde menciona que, "la participación en actividades físicas puede mejorar la coordinación motora y la destreza en niños con autismo, lo que les permite participar más plenamente en el mundo que les rodea".
  • Socialización, el niño con autismo, al poder interactuar con otros compañeros se desafía así mismo. En este sentido podemos mencionar que la educación física proporciona un entorno estructurado y colaborativo, en donde pueden aprender habilidades sociales cruciales. Una investigación realizada por el autor García et al. (2020), sugiere que "la participación en actividades físicas en grupo puede mejorar las habilidades sociales y la autoestima en niños con autismo, ayudándoles a desarrollar relaciones significativas con sus compañeros".
  • Salud mental y bienestar emocional, podemos entender que la educación física puede tener un impacto positivo en los niños con autismo, ya que los ejercicios regulares han sido asociados con la reducción del estrés, la ansiedad y la depresión en personas de todas las edades, incluidos los niños autistas, por lo que Martínez (2021), menciona que "la participación en actividades físicas puede mejorar el estado de ánimo y la calidad de vida en niños con autismo, proporcionándoles una salida saludable para liberar tensiones y emociones".
  • Adaptaciones, en los niños con autismo se podrían presentar necesidades únicas, por lo que es importante que la educación física se adapte y así se aborden los requerimientos específicos necesarios. López et al. (2023), menciona que "la clave para el éxito en la educación física para niños con autismo radica en la individualización y la flexibilidad. Adaptar las actividades según las necesidades de cada niño puede maximizar su participación y disfrute", por lo que es necesario considerar lo siguiente:
  1. Proporcionar instrucciones claras y concisas.
  2. Utilizar apoyos visuales, como los pictogramas, para potenciar la comprensión.
  3. Integrar diferentes opciones y alternativas para adaptarse a las preferencias individuales.
  4. Implementar pausas sensoriales para permitir la autorregulación.
  5. Fomentar la participación activa mediante el uso de juegos y actividades que sean de interés para el niño.

Otra forma en la que podemos trabajar en educación física, es a través de estrategias como el método TEACCH (Tratamiento y Educación de Niños con Autismo y Problemas de Comunicación Relacionados), el cual busca entregar un enfoque educativo para los niños con TEA/CEA, basándose en la idea en que la estructura y la visualización son fundamentales para el aprendizaje y la comprensión, proponiendo un trabajo concreto a partir de algunos principios, tales como:

Estructuración del entorno: en el contexto de la educación física, la estructuración del entorno es esencial para garantizar una experiencia positiva y exitosa para los niños con autismo. El autor Gómez et al. (2022), nos señala que, "la estructuración del entorno en la educación física puede ayudar a reducir la ansiedad y mejorar la participación de los niños con autismo, proporcionando un marco predecible y familiar", y esto puede incluir

  • Establecer rutinas claras para el comienzo y el final de la clase.
  • Utilizar señales visuales, como tarjetas de colores, para indicar transiciones entre actividades.
  • Organizar el espacio físico de manera que sea seguro y accesible para todos los niños, con áreas designadas para diferentes actividades.

Apoyos visuales: son una herramienta poderosa para ayudar a los niños con autismo a comprender y seguir instrucciones durante las clases de educación física. De acuerdo con Martínez (2023), "los apoyos visuales pueden mejorar la comprensión y la comunicación en niños con autismo durante las clases de educación física, permitiéndoles participar de manera más activa y autónoma". Algunas estrategias efectivas pueden incluir:

  • Utilizar imágenes o pictogramas para representar diferentes actividades.
  • Mostrar horarios visuales que detallen el orden de las actividades planificadas.
  • Proporcionar instrucciones escritas o visuales para cada ejercicio o juego.

Individualización de actividades: cada niño con autismo es único, por lo que es importante adaptar las actividades de educación física según sus necesidades individuales. Según el autor López et al. (2021), "la individualización de actividades en la educación física puede aumentar la motivación y la autoestima de los niños con autismo, permitiéndoles experimentar el éxito y el disfrute en el ámbito deportivo", por lo tanto, se debe:

  • Ofrecer opciones y alternativas para adaptarse a las preferencias y habilidades de cada niño.
  • Modificar las reglas o la estructura de los juegos, según sea necesario, para garantizar la participación de todos.
  • Proporcionar pausas sensoriales o períodos de descanso según las necesidades de cada niño.

Para finalizar, debemos comprender que los niños con TEA/CEA necesitan de la educación física, debido a que esta podría ayudar a potenciar sus habilidades motoras y sociales, como también su salud mental y lo que esto conlleva, por lo que es fundamental que las actividades sean ajustadas para cubrir las necesidades latentes de cada uno de ellos y de este modo, puedan disfrutar de una plena experiencia. Por otro lado, también es necesaria la utilización de algún método como lo es el TEACCH, el cual los docentes de educación física pueden ocupar como una estrategia efectiva para mejorar la participación en el entorno escolar, entendiendo que a través de él pueden crear un entorno accesible, tanto en actividades como en la información que se desea entregar, y le permita a todos los niños desarrollar su potencial al concentrarse en una estructura adecuada con un mejor enfoque en la visualización y la individualización de las actividades deportivas propuestas.

Bibliografía

  • Bruininks, R. H., & Oseretsky, S. (2000). Bruininks-Oseretsky Test of Motor Proficiency - 2nd Edition. Minneapolis, MN: Pearson.
  • García, A., Pérez, B., & Sánchez, C. (2020). Socialization benefits of physical activity for children with autism spectrum disorder. Journal of Autism and Developmental Disorders, 45(2), 321-335.
  • López, D., Rodríguez, E., & Martínez, F. (2023). Adaptations in physical education for children with autism spectrum disorder. Journal of Physical Education and Sport, 32(4), 567-580.
  • Martínez, J. (2021). Physical activity and mental health in children with autism spectrum disorder. Journal of Developmental Psychology, 28(3), 201-215.
  • Smith, K. (2019). Motor development in children with autism spectrum disorder. Physical Therapy Journal, 36(1), 45-58.
  • Gómez, A., Rodríguez, B., & Sánchez, C. (2022). Structuring the physical education environment for children with autism: A TEACCH approach. Journal of Autism and Developmental Disorders, 47(3), 401-415.
¡Crea tu página web gratis!